Poco cabía esperar que el año 2020 traería consigo una de las crisis económicas más dramáticas de la historia de la humanidad. Crisis económica directamente vinculada a una crisis sanitaria, que si bien no ha alcanzado las terribles cifras que dejó en su momento la gripe española, “madre de todas las pandemias”, sí ha generado en nuestra sociedad un claro movimiento social y unas consecuencias en su economía difícilmente recuperables.

Es cierto que comparar la situación y condiciones del sistema sanitario de los años 20 del ya lejano siglo XX con los medios, equipos y formación altamente especializada de la que hoy disponemos no sería en ningún caso equitativo ni riguroso, y es por ello que la situación generada a consecuencia de la expansión del SARS-CoV 2, conocida ya familiarmente por todos como la COVID-19, habrá de interpretarse como un fenómeno socioeconómico que generará en el futuro una nueva forma de comportamiento social, y la necesidad de identificar nuevos modelos de negocio y oportunidades de inversión.

Hasta antes de marzo de 2020, hablar de pandemia en nuestro país era, para una significativa mayoría, un concepto epidemiológico teórico que en ningún caso podría afectar a la vida tal y como la conocíamos hace unos meses atrás. Las enfermedades infecciosas, ya sean transmitidas por virus, bacterias o parásitos, no formaban parte del ranking de preocupaciones de los países desarrollados, donde sí lo hacían el paro, la política o el cambio climático. Hoy, sin embargo, nos hemos convertido sin quererlo en “expertos epidemiólogos”, incorporando a nuestra jerga habitual acrónimos como PCR, ELISA o EPI, y vertiendo nuestras esperanzas en el desarrollo de una vacuna que permita frenar (que no destruir) los graves problemas sanitarios generados en las personas más vulnerables y susceptibles de contagio. A pesar de los meses transcurridos, seguimos enfrentándonos a un enemigo desconocido, cuyo efecto inmediato hemos observado en las personas de avanzada edad, dolientes de males crónicos o personas en continua exposición, pero seguimos sin conocer cuáles serán los efectos a largo plazo en las personas que, aun siendo asintomáticas, lo hayan padecido, ni cuánto tiempo será necesario para desarrollar una inmunidad natural contra el virus. Se trata, por tanto, de una auténtica crisis científica, que exige un mayor esfuerzo en descifrar las claves de su biología, pero que a su vez está impidiendo el avance en la investigación de otras enfermedades que no han dejado de existir, como el cáncer, la malaria o el zika, por nombrar solamente tres ejemplos entre miles.

Crisis sanitaria y científica, que ha venido ligada inevitablemente a una crisis económica. Los meses de paralización que han sufrido áreas profesionales como la construcción, el turismo, la hostelería y la práctica totalidad del sector servicios, unido a la prioritaria inversión en el refuerzo del sistema sanitario, ha traído (y traerán) unas pérdidas de una gravedad equiparable a la crisis financiera global de 2008[1]. Dos crisis que difícilmente pueden compararse, por su origen y evolución, al igual que no se puede comparar la gripe española con la COVID-19, pero que sí tienen en común la creación de un acontecimiento histórico sin precedentes, y la inmersión de la sociedad en la duda y la INCERTIDUMBRE.

Se ha abierto ante la sociedad un nuevo escenario para el que nadie, ni las más grandes, medianas o pequeñas empresas, estaban preparadas, generando un entorno de absoluta INESTABILIDAD. Este nuevo escenario nos ha obligado a adoptar nuevos patrones de trabajo, a aprender en tiempo récord de tecnologías que en muchas áreas profesionales eran impensables y, sobre todo, a identificar nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo. La supervivencia de las empresas, independientemente de su tamaño y estatus financiero, dependerá de su capacidad de adaptación y aprendizaje, del establecimiento de alianzas y, en definitiva, de la identificación de nuevos nichos y oportunidades de negocio con las que cubrir las necesidades que caracterizan a la sociedad de la Nueva Normalidad. Nos enfrentamos a una nueva era de distanciamiento social y rigurosas medidas de prevención, como forma de combatir la INSEGURIDAD y el miedo al contagio. Medidas que serán implantadas en las generaciones futuras como una asignatura más en su plan educativo, y que todavía no podemos predecir si serán o no capaces de condicionar el modelo cultural que antes nos caracterizaba, el de la cercanía y el del lenguaje corporal, tan distinto hoy a consecuencia de las ya normalizadas mascarillas y la distancia de seguridad.

Indudablemente urge una vacuna que acometa la crisis sanitaria, pero también urge una vacuna que contribuya a la reactivación de la economía, que apoye a las empresas más afectadas y que impulse a los emprendedores, redirigiendo esfuerzos a fomentar la creación de empleo y fortalecer los puestos de trabajo existentes.

Poco a poco nos vamos acostumbrados a esta Nueva Normalidad, que tan poco se parece a la antigua, y que nos ha hecho ver con otro prisma nuestro futuro. La generación iniciada en el año 2020 puede bautizarse ya como “la de las tres íes”, una generación hoy marcada por la incertidumbre, la inestabilidad y la inseguridad. Pero si algo ha demostrado la humanidad a través de años y años de evolución es su capacidad de adaptación y resiliencia, y ante esta nueva situación serán también tres íes las que nos permitan enfrentar con éxito esta triple crisis: la INNOVACIÓN e identificación de nuevas estrategias y alianzas; la INVESTIGACIÓN y desarrollo científico a través del que conocer y enfrentar de forma eficiente a este enemigo; y finalmente la IMPLICACIÓN, no solo de las instituciones gubernamentales, cuya labor será dirigir esfuerzos a fortalecer el sistema financiero y promover el desarrollo socioeconómico, sino también de cada uno de los miembros de la sociedad, que a través del respecto, la solidaridad, la prevención y sensatez, contribuyan a la derrota del SARS-CoV 2.

 


[1] Ozili, P. 2020. Spillover of COVID-19: impact on the Global Economy. SSRN Electronic Journal. doi: 10.2139/ssrn.3562570